Hace tiempo que arranqué el corazón y nadie ha sabido de su destino. Ahora los ojos lloran cuando se acuerdan y pueden, sólo por un dejo de añoro. Las lágrimas no se encuentran liadas a una afectación provocada desde los sentimientos. Sólo les ha quedado secretar por la ausencia, la oquedad, lo que no era. No me encuentro, dónde te dejé. Razón. No puedes vivir sin él (sic.). ¿Será por eso que la cavilación se vuelve más tortuosa y burda? Tiempo. Una variable más de reptar avance. ¿Pérdida u otra forma de alcanzar los lazos entre ambos? Corazón con razón. Razón del corazón. Y lo que era bidimensional ahora sólo se cree de una sola pieza ¿dónde estás?
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on domingo, mayo 10, 2009
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